sábado, 23 de octubre de 2010

ANATOMIA DE LA SUPERFICIE ARTICULAR CRANEAL – EL HUESO TEMPORAL

El hueso temporal en gran medida se divide en tres porciones. La porción Mastoidea, la porción Petrosa y la porción Escamosa. Es en esta última porción, la Escamosa, en donde situamos la superficie articular de la ATM.
La superficie articular del hueso temporal es de forma elíptica y está costituida por diferentes estructuras algunas de ellas limitantes de los desplazamientos condilares y otras facilitantes de los desplazamientos condilares.

Estructuras Facilitantes

Eminencia Articular

Es una barra ósea formada por la raíz anterior del zigoma. Aguanta las mayores presiones causadas por la traslación del cóndilo y el disco articular durante la función articular. Es en la eminencia en donde propiamente se inicia la acción articular.

Tuberculo Articular

Es una protuberancia ósea que se situa en el límite exterior de la eminencia articular. Esta estructura sirve de inserción del ligamento lateral.

Superficie (Plano) Preglenoidea

Estructura anterior a la glena. Es una estructura articular ligeramentehueca y casi horizontal que continua anteriormente desde la cúspide de la eminencia articular.

Borde Lateral de la fosa Articular

para entender esta estructura hemos de saber que el desplazamiento condilar tiene una dirección anterolateral, con lo que la limitación lateral no es estructural sino que es de característica plástica y la ofrece la cápsula articular así como el ligamento lateral.

Fosa Articular

Es allí donde se posiciona el condilo mandibular. No es donde se desarrolla la acción articular ya que como hemos comentado antes se lleva a cabo en la Eminencia Articular. El grosor del temporal en la fosa articular es mínimo, podriamos decir que es translucido cosa que determina su imposibilidad de desarrollar propiamente la acción articular. Cualquier presión sobre la fosa articular podria causar facilmente una fisura o rotura del hueso temporal facilitando lesiones endocraneales.

Estructuras Limitantes

Proceso Entoglenoideo

A nivel medial la fosa se estrecha siendo rodeada por una estructura ósea, el proceso Entoglenoideo, cuya función simplemente es limitar el desplazamiento medial del cóndilo mandibular.

Cresta Articular posterior

La zona posterior de la fosa mandibular equivale al margen anterior de la fisura petroescamosa la cual se eleva en forma de cresta. Su función claramente es la de limitar el desplazamiento posterior del cóndilo mandibular.

Proceso Postglenoideo

Por delante del meato auditivo externo, la cresta articular aumenta de altura lateralmente para formar una prominencia con forma de cono engrosado llamado Proceso Postglenoideo. Su función es la de limitar el desplazamiento postero-lateral del cóndilo.

domingo, 17 de octubre de 2010

INTRODUCCIÓN A LA ANATOMIA TEMPOROMANDIBULAR


El área en la que se produce la conexión craneomandibular se denomina articulación temporomandibular (ATM). Esta articulación permite el movimiento de bisagra (derivado de una unión anatómica y funcional no disociable) en un plano, y puede considerarse, por lo tanto, una articulación ginglimoide. Sin embargo, al mismo tiempo, también permite movimientos de deslizamiento, lo cual la clasifica como una articulación artrodial. Técnicamente se ha considerado una articulación ginglimoartrodial.
La Articulación Temporomandibular tambien se considera una diartrosis bicondilea con un disco interpuesto, es decir, una articulación libre de movimiento.
El disco articula con la cavidad glenoidea y el cóndilo temporal. Como exponen Dos Santos (1995), Learreta (1997) y Rocabado (1998), las ATM son articulaciones siamesas relacionadas por el arco mandibular.
La ATM está situada bilateralmente a nivel de la base del cráneo. Está constituida esencialmente por la porción escamosa del hueso temporal, el proceso condilar del maxilar inferior, un menisco, los ligamentos, la cápsula articular y demás estructuras relacionadas, como las cadenas musculares.
La articulación está colocada inmediatamente frente al meato auditivo externo y está limitada anteriormente por el proceso articular del hueso cigomático.

HISTORIA DE LOS TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES

La primera vez que se prestó atención a los trastornos temporomandibulares (TTM) fue a partir de un artículo del Dr. Costen en 1934. El Dr. Costen era Otorrinolaringolo y sugirió por primera vez que las alteraciones del estado dentario eran responsables de diversos síntomas del oido.
Aunque la mayoria, si no todas, las propuestas originales de Costen han sido desautorizadas, podemos decir que fue un precursor y un estimulo para el estudio de los TTM.
A finales de los años 30 y durante la década de los 40 sólo algunos especialistas en odontologia se interesaron por estas alteraciones del dolor. Los tratamientos más frecuentes de esta época eran los dispositivos de elevación de la mordida que el mismo costen sugirió y desarrolló por primera vez a finales de la década de 1940. Durante la década de 1950 la profesión odontologica empezó a cuestionar estos dispositivos como tratamiento para la DTM.
A partir de este punto fue cuando se empezó a valorar la importancia que podian tener las interferencias oclusales como principal factor etiologico en los TTM.
A finales de los cincuenta se escribieron los primeros libros de texto en que se describian los transtornos de la masticación. En general se pensaba que su etiología era una falta de armonía oclusal.
En los años sesenta y setenta se aceptó que la oclusión y posteriormente la tensión emocional eran los principales trastornos de los trastornos funcionales del sistema masticatorio. Fue también en la década de los setenta que empezaron a asociarse trastornos dolorosos que tenian su origen en las estructuras intracapsulares.
Fue en los ochenta cuando se empezó a identificar plenamente y a apreciar la complejidad de los TTM.
Ward (1990) y Rocabado (1998) valoran esta complejidad en la etiologia de los TTM y detallan el elemento más importante en el tratamiento de los TTM en la actualidad, el tratamiento integrador o interdisciplinar, rechazando así el tratamiento individualizado en las diferentes áreas implicadas odontologia, cirugia maxilofacial, psicológia y fisioterapia.

viernes, 17 de septiembre de 2010

INTRODUCCIÓN A LA PATOLOGIA TEMPORO-MANDIBULAR

La articulación temporomandibular (ATM) constituye, sin duda alguna, la articulación más olvidada del cuerpo humano. Esto, unido a su particular biomecánica y a la atribución exclusiva de las patologías que la afectan a las esferas odontológicas y maxilofaciales, hace que no se aprovechen los numerosos recursos de tratamiento que desde la fisioterapia se pueden ofrecer.

En esencia, podemos decir que las disfunciones que afectan a esta estructura, y que permiten su tratamiento con fisioterapia, van a ser los trastornos en su movilidad (por defecto, exceso o mala realización de los movimientos) y la aparición de síndromes dolorosos, tanto en la articulación afectada como en territorios próximos (otalgia y dolor facial).

Actualmente es impensable separar la ATM de las estructuras que la rodean y del resto del cuerpo. La importante relación biomecánica y fisiológica que presenta con el cráneo y la cintura escapular la hacen vulnerable a todos los cambios posicionales que sufren estos segmentos, influenciados a su vez por la postura general del individuo a través de las cadenas musculares y articulares.

Nos encontramos ante diferentes patologías y sintomatologías con múltiples opciones de tratamiento: habrá patologías más agudas, como las que encontramos en el tratamiento quirúrgico o las luxaciones de urgencias, y tratamientos más complejos de reestructuración a largo plazo. Por todo ello el tratamiento deberá ser multidisciplinar, incluyendo una actuación ocluso dental, articular, muscular y fascial. La terapia manual y la rehabilitación global nos permitirán evitar actuaciones terapéuticas que puedan repercutir negativamente en otras partes del cuerpo, y lo que es más importante, el trabajo entre odontólogo, cirujano maxilofacial y fisioterapeuta obtendrá resultados más satisfactorios.